Llenándome de un extraordinario
sentimiento tan prohibido pero a la vez tan placentero que hace que cada
movimiento te invada de calor, te haga sofocar,
y sientes como lagrimas de sudor
recorren tu cuerpo, y que poco a poco se
van deslizando como la escasa vestimenta que ahora traes sobre tu cuerpo.
La locura y desenfreno penetran
lentamente tus sentidos, y no hayas el control, sientes poco a poco un festín y
te regocijas ante la grandeza del amor, ante la impotencia del autocontrol que
fue desvaneciéndose entre el ritmo de los besos, de las caricias que dieron
lugar a esas manos, que con sutiles movimientos, recorrieron hasta el mas
recóndito y extraño lugar llenándote de placer, de amor, haciendo que algo más
que deseo sea lo que ahora sientes dentro.
Ves como tu cuerpo no responde a tus
llamados haciendo que tus manos, tu cuerpo, cada parte de ti consigan seguir
tal movimiento lleno de furia y desesperación, ganas de querer unir tu cuerpo
sobre otro hasta que la distancia sea obsoleta llegando a crear un ser unánime,
sintiendo como de dos corazones nace un solo latido, de dos respiraciones
aceleradas una sola inhalación, y que poco a poco el aire que respiras sea el
sudor ajeno y el llanto de la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario